Día de Todos los Santos (1 de noviembre): La fiesta de todos los santos es la tradición, cultura y folclore que caracteriza a los andes del Perú, puesto que cada mes de noviembre se realiza una peculiar celebración en honor de los Vivos y los Muertos

Esta es una fecha muy importante para todos, por el significativo día familiar, religioso y espiritual, un día de conexión sagrada con todos nuestros seres queridos que ya no se encuentran con nosotros, siendo un momento totalmente espiritual y muy especial para todas las familias.

Tradiciones Gastronómicas: Uno de los símbolos más importantes de esta celebración es el “Tanta Wawa” “Guagua de Pan”, un pan dulce con forma de niño o bebé. Este pan, decorado con detalles coloridos, representa a los angelitos que, según la creencia, han subido al cielo. Los niños fallecidos son recordados con cariño y esperanza, con la creencia de que ya han alcanzado la vida eterna.

También es común preparar y compartir platos tradicionales como el “Lechón”, un asado de carne de cerdo, que se acompaña de maíz, papas, tamales o rocoto relleno.

Actividades Religiosas:

Las familias asisten a misas en las iglesias locales para pedir por el descanso de las almas de los santos y de sus seres queridos fallecidos.

Se organizan procesiones en algunas comunidades, acompañadas por rezos, música y cantos.

Se organizan las ofrendas, altares decorados con flores, velas, y objetos personales de los difuntos. Estas ofrendas son construidas con gran detalle y amor, ya que se cree que sirven como un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

Día de los Difuntos (2 de noviembre)

El segundo día está más enfocado en recordar a los adultos fallecidos. Es una continuación de las ceremonias y ofrendas del Día de Todos los Santos, pero se pone más énfasis en las almas de los difuntos que aún necesitan ser purificadas en el más allá.

Al igual que en el Día de Todos los Santos, las familias preparan ofrendas para sus seres queridos, incluyendo comida, bebida, y artículos significativos. Las comidas favoritas del difunto son preparadas con esmero y llevadas al cementerio como un gesto de cariño y recuerdo.

Rituales Andinos y Católicos:

En Cusco, debido a la fuerte influencia de la cosmovisión andina, las ceremonias católicas a menudo se mezclan con rituales ancestrales. Por ejemplo, muchas familias realizan ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra) pidiendo su bendición y agradeciéndole por la protección de los difuntos.

También es común contratar a rezadores o rezadoras, personas encargadas de guiar los rezos por las almas de los fallecidos, pidiendo que descansen en paz y que alcancen la vida eterna.

Costumbres Gastronómicas:

Durante este día, se sigue compartiendo el “Tanta Wawa”, pero se suman otros platos como tamalesmazamorra morada, y diversas bebidas tradicionales. Estas comidas se comparten tanto entre familiares vivos como con las almas de los difuntos, en una conexión simbólica.

Simbolismo y Cosmovisión Andina

La celebración del Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos en Cusco tiene un fuerte componente espiritual en la cultura andina. Según la cosmovisión andina, la muerte no es un final, sino una transición hacia otra forma de existencia. Los difuntos siguen conectados con sus familias, quienes deben honrarlos y cuidarlos incluso después de la muerte. Las almas de los difuntos no se van de manera inmediata de este mundo a la otra dimensión de la vida. Las almas permanecen aquí, en el Kay Pacha, durante tres años. En este tiempo ellos deben ser muy bien atendidos, según las tradiciones y costumbres de las comunidades andinas.

Ofrendas y Pago a la Tierra: Las ofrendas no solo están dirigidas a los difuntos, sino también a la Pachamama. Se realiza un pago a la tierra, que consiste en el entierro de un feto animal como ofrenda a la Tierra. pidiendo por el bienestar de los vivos y el descanso de los muertos. Este rito incluye alimentos, bebidas y hojas de coca.

Ambiente en la Ciudad y Comunidades

Durante estas fechas, los cementerios en Cusco, como el Cementerio de La Almudena, se llenan de vida y color. Las familias se reúnen para compartir comidas, recordar a sus seres queridos, y participar en oraciones colectivas. Se pueden ver músicos tocando canciones tradicionales cerca de las tumbas, y los mercados locales se llenan de panes y dulces típicos de la festividad.

En las comunidades rurales, las festividades suelen ser más íntimas y conservan más elementos tradicionales. Las familias preparan altares en sus casas con fotos de los difuntos y ofrendas, creyendo que las almas de sus seres queridos regresan para compartir con ellos durante estos días.

5. La Experiencia para los Visitantes

Para los turistas, esta celebración es una oportunidad única para vivir de cerca la profunda espiritualidad y las tradiciones locales de Cusco. Muchos visitan los cementerios para observar las ceremonias y participar de la convivencia familiar que se da en estos espacios, experimentando de primera mano el sincretismo entre la religión católica y las creencias andinas.

Estas fechas permiten observar cómo Cusco celebra la vida y honra a los muertos, manteniendo viva la memoria de los seres queridos, conectando generaciones y entrelazando lo terrenal con lo espiritual.